Los adultos tenemos la capacidad de interesarnos por algún tema y aprenderlo cuando el entorno nos propicia una estimulación adecuada. Los niños antes de los 6 años de edad, les interesa un objeto o habilidad y lo investigan hasta que lo entienden. A esto, María Montessori, lo nombró como periodos sensibles.
Un periodo sensible es un momento específico de la vida del niño o niña en la que su cerebro e interés están dispuestos a incorporar la información sobre un tema o habilidad. Un niño, por iniciativa propia, puede pasar horas tratando de subir y bajar un escalón hasta dominar la habilidad.
Los períodos sensibles cuentan con las siguientes características:
Son diversos según las fases de desarrollo ya que con el crecimiento van cambiando los intereses, por ejemplo, un niño/a de 1 año se podría interesar en un insecto con mayor facilidad que un niño/a de 6 años.
Son paralelos, es decir un niño/a puede presentar varios intereses de periodos sensibles a la vez, por ejemplo, el niño/a presenta interés por el orden de objetos al mismo tiempo que al movimiento de estos.
Son secuenciales, por ejemplo, en primer lugar el niño/a se interesa por el orden y clasificación de objetos y después por cuantificarlos.
Son temporales, en el termino de un periodo sensible comienza interés por otro ligado al mismo tema, por ejemplo, en cuanto el niño/a domine el reconocimiento de letras, se interesará en su fonética.
Son universales, un niño/a en Japón, se interesa por el lenguaje antes de los 6 al igual que un niño/a en México.
Y por último, todos los periodos sensibles implican un aprendizaje que con facilidad se domina a la perfección.
Un ejemplo de la facilidad de aprendizaje durante el periodo sensible es cuando un niño de 5 años puede aprender un idioma con facilidad, contrario a un adulto que se dispone a aprenderlo, lo logrará, sin embargo requerirá un mayor esfuerzo.
María Montessori nos ha brindado una guía cronológica sobre los periodos sensibles en el que un niño/a se encuentra por su edad.
Del día de nacimiento a 3 años de edad: Movimiento.
De 1 a 5 años de edad: Agudización de los sentidos.
De 0 a 6 años de edad: Lenguaje.
De 1 año y medio a 4 años de edad: Orden y organización.
De 2 a 6 años de edad: Comportamiento social.
De 2 a 6 años de edad: Sensibilidad musical.
De 3 a 5 años de edad: Descubrimiento matemático.
De 1 año y medio a 3 años y medio de edad: Control de esfínteres.
De 3 a 6 años de edad: Relación con el espacio.
Cómo padres, el conocer esta guía puede ser muy útil para poder identificar el periodo en el que se encuentra cada hijo por su edad y apoyarlos con su desarrollo adecuadamente. La mejor herramienta para comprobar si estamos leyendo adecuadamente a nuestros hijos es su SONRISA. Cuando le presento un objeto o una actividad y nuestro niño ilumina su cara y sonríe, lo podemos interpretar como: “Sí, lo leí bien”. Cuando se voltea, no era el estímulo adecuado. Cuando se comporta reactivo, es decir golpea, grita o avienta, está indicando que estoy interrumpiendo e invadiendo otro periodo sensible.
Esta información es clave para poder construir una relación y comunicación adecuada con los niños. Tomándola en cuenta el juego y la planeación de actividades se ha vuelto más fácil y armoniosa.
Comparto tres links que complementan este artículo.